Caps al barri del Cabanyal



Empezamos el proyecto "Cabezas, barrios, ciudad" con agua nieve. El 4 de febrero de 2015. En l'escorxador, antiguo matadero del barrio del Cabanyal. Se trata de un espacio significativo para los vecinos que han protagonizado el movimiento "Salvem el Cabanyal". El lugar donde se celebran las asambleas, se cuecen las ideas, se comparten inquietudes y sentimientos. Bartolomé nos abrió la puerta y fue el primero en hacerse la cabeza. Más de setenta años a cuestas y recordó un episodio de su niñez: quería llevar la cabeza a una montaña del País Vasco. Le siguió Vicente: ha corrido mundo pero hoy duerme en la misma habitación en la que nació. Tras él, los ojos de Lola. Tan azules como el mar que es el alma del barrio. María a continuación: su gesto expresa la dignidad del colectivo. Gente aguerrida. El frío no existe

5 de febrero. Siguen bajos los termómetros y alto el ánimo. Abre la mañana Francesc, con un pensamiento profundo sobre la vida y la muerte. Y llega el baile con Ana: nómada hasta que decide que quiere vivir en el Cabanyal. Empar me trajo la memoria de la construcción de su propia casa: desde la barraca hasta lo que es hoy. Y acabamos la mañana con el jóven Paolo que siente el barrio en ajuste con su vida. El gran descrubrimiento, la delicadeza del trabajo de Rania Slim.

7 de febrero. Más frío. Manolo es el primero: puntual, dinámico, decidido. Sara y Mar son espectadoras y serán protagonistas. Ambas representan la energía mas pura y valiente de este barrio. De su mano aparece Anna, mas sangre joven del Cabanyal. Después Faustí, impulsor incansable de ideas, un histórico en este movimiento. Por la tarde  llega Angels. Espera en la puerta a que regresemos de un descanso. Nos pusimos de acuerdo en que el miedo a la claustrofobia estaba en el espectador, no en la cabeza cubierta. Cierran el día Helio y Beatriz, con el mismo frío que empezamos la jornada y con la misma ilusión que arrancaremos mañana.

8 de febrero. Por fin el sol. Llegan Vicente y Amparo. Del Cabanyal de siempre. Dos incansables. Con Vicente hablamos de l'escorxador, un lugar que fue el espacio donde se reunían los excombatientes republicanos. Amparo es de una familia vinculada al mar y navega con soltura entre los afectos y el cuidado de la gente. Con ellos llega su hijo Vicente. Tenía 9 años cuando nació la plataforma. Lo ha mamado y no tiene dudas: "voy y me hago la cabeza". Luego viene Aina, que vuelve al Cabanyal desde Elche por amor y nos regala la sensación de haberse sentido cuidada mientras le hacía la cabeza. Y llega Emiliano, el alma de Casa Montaña, con prisas porque es mediodía: viene, resuelve y nos regala su cabeza. Un "matí solejat" que acaba con la presencia de Javi y VerónicaJavi es la escucha. Nos habla de esa caja de resonancia en la que se ha convertido su cabeza durante todo el tiempo en que dura la acción. Su alegría es energía pura. Y Vero aporta algo que estábamos esperando: la vivencia desde el género. Ha recordado a las mujeres escondidas, invisibilizadas, que no pueden hablar detrás de otras máscaras que sí son severas, que sí son mordazas.


Y acabando el día llegan unas magníficas fotos de Rania Slim. Ella y Tania Castro son una parte importantísima del proyecto: su mirada, su sensibilidad, sus propuestas llegan y caminamos. No os quiero desvelar su trabajo, prefiero que lo hagan ellas cuando así lo estimen. Como aperitivo una imagen magnífica, de ayer tarde. Se nos hizo de noche, pero allí había mucha luz. La que ponía la cámara de Rania.



Y como las cosas pasan así, sin querer o queriendo, aquí os dejamos un vídeo de Javi saliendo de su cabeza. Javi es la cabeza número 23. Cada experiencia ha sido única, para mi todas tan significativas como ésta.


















9, 10 y 11 de febrero. Días de taller. Llenar el lugar en el que estuvieron personas con nombre propio. Retomar la anatomía. Retirar las vendas. Desandar el camino para encontrar los rasgos en los que reconocerse.
















Día de asamblea: las cabezas vuelven al Cabanyal y algunas ya están en sus casas.
Jueves 12 de febrero. Seguimos caminando. Llega Jacobo, con el Cabanyal Intim en la cabeza. Se entrega y disfruta. Viene Vicenta, a otras cosas, otros menesteres, pero acaba haciéndose la cabeza. Con ella tiembla l'escorxador. ¡Cuanta madurez fresca!. Y los treintaitantos de Tono le ponen el contrapunto a la mañana: deja su café enfriar para que nada enturbiara el momento. Disfruta cada pequeño detalle. Después Maribel, la primera mano tendida al proyecto. Me emocioné viendo el valor que ella, con su saber, le daba a la acción. El día lo cerramos con Eduardo; se acuerda de su padre, médico en el Cabanyal. No esperaba que la experiencia le aportara tanta calma.

Último día de taller en el Cabanyal. Día 15, domingo. El día en el que arrancamos helaba. Hoy nos despedimos con calor de verano. Pepe y Pepa entran por la puerta. Se entregan a la experiencia. El sonido del trabajo está dentro de la cabeza, no en la superficie. Brígida, a la segunda va la vencida. Eduardo, un andaluz del Cabanyal. Felip, emprendedor en Ca la Mar, activista. Laura, nueva generación en marcha, vital. Amparo, la última de la familia que quedaba por venir. Alvaro, de la mano de Amparo desde Alicante hasta este barrio. Con Antonio cerramos l'escorxador convencidos de que se abrirá de nuevo para los que quedaron por venir.








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